E4: Sobrevivir Sin Saber
- talleresrn3
- hace 5 días
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Martín llegó al colegio con la tranquilidad de quien cree que el universo tiene un plan… y que ese plan consiste en nunca rendir nada que requiera pensar. Entró al aula, vio a sus compañeros con cara de velorio educativo y algo ya olía raro. Pero, como buen negador profesional, pensó: “Debe ser algún trabajo grupal para perder el tiempo.”
Hasta que entró el profesor —ese mismo que tiene cara de lunes eterno— y soltó la bomba con voz de fiambre:—Parcial sorpresa. Sin machetes. El que no sabe, que improvise.
A Martín se le borró el alma. La primera pregunta decía: “Explique causas y consecuencias de la colonización.” Y él, víctima, quedó más en blanco que su hoja.
Su plan A fue sacar el celular, pero el profesor caminaba alrededor de los bancos como un policía dispuesto a revisarle hasta la mochila. El plan B fue copiarse de Lucía, la que tiene más subrayadores que vida social. Pero Lucía estaba en un trance histórico, y su hoja parecía tener un sistema antirrobo. El plan C fue intentar escuchar lo que el profesor respondía a otros, pero era imposible: tenía menos proyección de voz que proyecto de país.
Ya desesperado, el plan D fue rezar. Como última defensa, prometió dejar el celular en clase si Dios le mandaba aunque sea una gota de conocimiento. Claramente, Dios no respondió.
Finalmente, el milagro llegó cuando descubrió unas notas escritas en el banco. Un auténtico hallazgo arqueológico estudiantil. Respondió lo mínimo con ese tono de “yo acá no estuve, pero algo entendí.”
Al entregar, el profesor lo miró con una mezcla de lástima y asco, y corrigió en el momento:—Te apruebo.—¿Por las respuestas? —preguntó Martín.—No. Por tu capacidad de hacerme perder la fe en la educación.
Y así, Martín pasó el parcial. Por lástima… y porque ya nadie quiere desaprobar a otra pobre alma.
Por Julia. 4° TT. Comunicación y Sociedad.
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