E2: Drama en modo avión
- talleresrn3
- hace 5 días
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Lunes, 7:32 a. m. Sofía se despertó en estado de emergencia nacional: no encontraba su celular. Revisó debajo de la almohada, entre las sábanas, incluso dentro de la funda del gato. Nada.
—¡Mamá, llamalo ya! —gritó, con la desesperación de quien siente que perdió un órgano vital.
Su madre, con la paciencia de una santa, marcó el número. Silencio absoluto. Sofía sintió un escalofrío recorrerle la espalda.
Tres minutos después —que para ella fueron siete años— lo encontró: estaba escondido entre los apuntes de Educación Física (el último lugar en el que alguien buscaría). Modo avión activado. Cero notificaciones. Cero seguidores nuevos. Cero todo.
Sofía miró la pantalla incrédula.¿Y si me eliminaron del grupo del curso? ¿Y si Nico me respondió y yo lo dejé en visto sin saberlo? ¿Y si ahora me odia y se fue con Jazmín? ¿Y si me quedo soltera para siempre y termino criando gatos en una isla sin WiFi?
El desayuno fue digno de una tragedia griega. Su madre hablaba de cosas sin importancia —crisis económica, inflación, tareas escolares— mientras Sofía solo pensaba en recuperar su estatus social digital.
Llegó al colegio con la mirada perdida.—¿Estás bien? —le preguntó su mejor amiga.—No. Estuve toda la noche incomunicada —respondió con tono de guerra.
Hubo un silencio dramático. Luego, abrazos colectivos. Una docente creyó que había ocurrido algo grave y, en un arranque de compasión, canceló la prueba de Matemática.
Al final del día, Sofía revisó el celular. Un solo mensaje:"Buen día, mi reina."
Era de su abuela. Enviado a las 6:01 a. m. Sofía lo ignoró. El drama necesitaba un buen cierre.
Esa noche publicó en Instagram:"A veces hay que desaparecer para reencontrarse."
Y activó el modo avión… por tres minutos, solo lo suficiente para la selfie con cara melancólica.
Por Pilar. Comunicación y Sociedad 4° TT.
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