Vivir, diferentes perspectivas

Para mí, vivir es mirarte las manos y darte cuenta de que sos algo, alguien que existe, siente y lo entiende. Que generás un impacto, por más pequeño que sea. Es disfrutar, aunque sea por unos momentos, de ese pequeño cambio en lo cotidiano. Es imaginar las posibilidades de mundos distintos y apreciarlos a través de la lectura.

El elemento que elegí para representar lo que significa “vivir” para mí fue un libro, titulado Cartas de amor a los muertos, de Ava Dellaira. Esta novela juvenil, narrada por Laurel —la protagonista de la historia—, nos cuenta a través de cartas dedicadas a cantantes fallecidos cómo comenzó a ser su vida luego de la muerte de su hermana. Todas las experiencias, recuerdos, sueños y pensamientos que ella les dedica tienen una conexión con lo que significa vivir para mí, o con lo que representa volver a vivir para ella.

En cambio, existen perspectivas completamente diferentes de lo que es vivir, y podemos tomar el ejemplo de un terrorista. Para un terrorista, vivir se relaciona con una misión o deber que debe cumplir, porque cree que para eso nació y, por eso mismo, también está dispuesto a morir. Cree que su muerte sumará a un propósito mayor, o que su vida solo tiene sentido en la destrucción de un enemigo asignado.

En definitiva, el concepto de “vivir” es diferente para cada persona, y los medios de comunicación constantemente influyen en esta visión. Teniendo en cuenta el libro que seleccioné para representar lo que significa vivir para mí, podemos destacar que este medio —la literatura— nos da la libertad de crear nuestra historia de vida basada en experiencias y valores personales, como lo hace Laurel a través de las cartas.

En resumen, vivir es sentir el momento, darte cuenta de que estás vivo con solo percibir tu presencia. Es disfrutar de lo cotidiano, pero también de esos pequeños cambios en lo ordinario. Y, por sobre todo, es ser capaz de imaginar mundos distintos a través de la lectura. Para mí, vivir es disfrutar. Pero para un terrorista, vivir es completamente atípico: su vida se centra en una sola misión, y está dispuesto a morir por ella, seguro de que su muerte aportará a un propósito mayor.