top of page

13845231-retrato-de-un-hombre-joven-de-piel-blanca-con-gafas-extrañas-removebg-preview.png

LAS GAFAS DE LA COSTUMBRE

Sacate las gafas de siempre. SALÍ DE ESE LUGAR NATURALIZADO.

Lo que creías normal… no lo es.

Como en la película "Get Out", lo más aterrador no siempre es lo que grita… sino lo que se calla.

Lo que te rodea, ¿es natural o te lo hicieron ver así?
Despertar duele. Pero quedarse dormido, cuesta más.

Sacate las gafas de la costumbre. Salí de la zona de confot.
Porque lo cotidiano no siempre es justo, ni inocente.

Hay cosas que aprendimos a no cuestionar, que se volvieron paisaje.

Este espacio es una invitación a mirar de nuevo, a incomodarse, a ver lo que otros prefieren que no veas.

Bienvenido al Especial de Enfoques: Las Gafas de la Costumbre.

Vivimos con las gafas puestas. No por estética, sino por costumbre. Las usamos para filtrar lo incómodo, para ver “normal” lo que en realidad es absurdo, desigual, doloroso. Pero ¿qué pasa cuando nos animamos a sacarlas? Como en "Get Out", lo inquietante no está en el grito, sino en lo silenciado. La incomodidad no nace del monstruo, sino del gesto amable que esconde un sistema que no queremos ver.

Esta sección es una invitación a mirar sin anestesia. A desnaturalizar lo cotidiano, a correr el velo de lo que nos enseñaron como “correcto”, “natural”, “lógico”. Es un sacudón a los sentidos, un espejo que devuelve una imagen que no siempre queremos ver, pero que necesitamos enfrentar. Porque la comodidad, muchas veces, es el camuflaje perfecto de lo que está mal.

Así como "Get Out" nos muestra que el verdadero terror puede estar en lo supuestamente progresista, acá te proponemos un viaje similar: mirar de frente lo que el sentido común maquilla. No para asustarte, sino para despertarte. Sacate las gafas. Lo que creías normal… no lo es.

Trabajo realizado por estudiantes de 4° año en el espacio curricular de Lengua y Literatura. Prof. Pablo Prieto.

Buscar

Carta abierta a los hombres

talleresrn3
10 abr
1 Min. de lectura

Actualizado: 6 ago

Estimados hombres:

Hoy vivimos en una sociedad en la que el maltrato a la mujer se ha vuelto algo común. Hasta en los lugares más distantes la mujer es menos valorizada que el hombre. Esto es preocupante.

Por eso, lo que se quiere lograr con esta carta es concientizar al hombre. Es él mismo quien debe cambiar su actitud. Las mujeres no son juguetes para satisfacer necesidades ni para desquitarse cruelmente. Las mujeres son seres humanos que tienen que tener dignidad. Hoy se piensa que con golpes se consigue respeto y no es así. Se pueden solucionar los problemas sin la necesidad de ser agresivos o problemáticos.

Quiero pedirles que, por favor, se den cuenta del daño que pueden causar. Todos somos iguales, nadie es superior a nadie. Contribuyan a que haya un ambiente de paz y unidad, que nos respetemos entre todos. Gracias por tomarte el tiempo de leer esta carta.

Giuliana, 4° TM