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Casinos en línea: la epidemia silenciosa que atrapó a los adolescentes

El creciente uso de casinos en línea por parte de adolescentes es una tendencia cada vez más común en la sociedad actual. Esta práctica proporciona, a cualquier menor de edad, una vía rápida y sencilla para participar en juegos de azar y puede resultar muy problemática.


Es crucial resaltar que los casinos en línea han experimentado un aumento notable en su popularidad, aunque esta tendencia va de la mano con la persistente pérdida de "moneda virtual" por parte de los adolescentes. La inquietud principal radica en que, en numerosas ocasiones, los jugadores pueden carecer de plena conciencia respecto al valor real del dinero que están apostando.


Los juegos que más atrapan


Dentro de estos casinos virtuales, existen varios tipos de juegos. El más destacado es el "Slots", que se asemeja a las tradicionales máquinas tragamonedas de los casinos físicos. También encontramos a la Ruleta, donde los jugadores realizan apuestas en números o colores, generalmente con montos altos. El Blackjack es otro juego presente en estas plataformas, en el que el objetivo es llegar a 21 puntos con las cartas, sin pasarse, mientras se espera que el crupier supere ese valor.


¿Cuánto apuesta, en promedio, un adolescente en Río Colorado?


Los adolescentes a menudo no son conscientes de la cantidad de dinero que están perdiendo en estos casinos en línea. Cargan fichas con una media de entre 1.000 y 3.000 pesos cada vez, y si lo hacen tres o más veces a la semana durante un mes, pueden perder cerca de 50.000 pesos o más, lo que es una cifra significativa para alguien que no tiene una fuente de ingresos.


En su mayoría, los adolescentes obtienen el dinero para cargar fichas en estos casinos en línea de los bolsillos de sus padres, transferidos a través de aplicaciones como Mercado Pago. A veces, recurren a engañar a sus padres mediante excusas o manipulaciones para obtener dinero que luego destinan al juego. Rara vez los padres están de acuerdo con que sus hijos participen en estas actividades.


El valor del dinero y el riesgo de la adicción


Este fenómeno plantea un problema importante para la disciplina financiera de los adolescentes, ya que no se esfuerzan por ganar dinero y no aprecian su valor. Con frecuencia, los jóvenes no comprenden el riesgo de desarrollar una adicción al juego, especialmente dada la facilidad de acceso que brinda la tecnología moderna.


Algunos testimonios de jugadores arrojan luz sobre su motivación: "juego porque es una forma fácil de ganar dinero y es sencillo, además de que puedo hacerlo en cualquier momento". Otro jugador comenta: "no dejo de jugar porque está al alcance y, al no ganar, te da más ganas de seguir jugando para intentar recuperar lo perdido, además de que se tiende a enfocar en las ganancias brutas y no en las netas".


“Ganar depende mucho de la suerte y de la estrategia que se utilice al jugar”; “hay que tener consciencia a la hora de jugar y saber cuándo seguir jugando y cuándo no”; “cuando vas perdiendo buscás recuperarlo y terminás perdiendo todo”; agregan otros adolescentes que son asiduos jugadores online.


A pesar del “entretenimiento” que el casino online les ofrece, muchos son conscientes y afirman que “la mayoría de las veces gana el casino y muy pocas veces el apostador”. Sin embargo, siguen apostando y sus pérdidas se multiplican día a día.

La ludopatía: una enfermedad


La ludopatía, o adicción al juego, conlleva riesgos financieros, problemas en relaciones y efectos negativos en la salud mental, incluyendo estrés, ansiedad y depresión. Puede llevar a deudas abrumadoras y comportamientos compulsivos perjudiciales. La conciencia de estos riesgos es esencial.


En este escenario, el uso abusivo del celular en muchas escuelas enciende una nueva alarma: algunos alumnos en vez de estudiar apuestan al casino en clase.

Siempre hay ayuda


Para quienes busquen ayuda o quieran salir de esta situación, pueden comunicarse con el número 102 para recibir asistencia gratuita. Y, aunque si bien es un espacio de escucha, contención y acompañamiento a niñas, niños y adolescentes, cualquier persona o entidad puede llamar para pedir acompañamiento. Es un servicio gratuito y confidencial.


Nota de Opinión

Lengua y Literatura 4°

Prof. Pablo Prieto

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